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sábado, 10 de febrero de 2018

la meditación y la pauta de la fe.

Antes de realmente declararme Setiano y recorrer tal misterioso y desconocido camino, realice una meditación, la cual se puede decir que fue mi preparación para entrar al camino y declararme a mi mismo un seguidor de Seth, si bien ya sabia que tal energía me aceptaba y existía algo en mi que me decía que debería entrar y que era parte de mi destino, antes que nada tenia una pregunta que hacer, así que medite para buscar la respuesta.

La meditación consistió en sentarme en una silla, pies descalzos y casi juntos unos del otro mientras tocaban el piso, manos tocando mis rodillas con las palmas, espalda recta sin tocar la silla, solo las nalgas y el coxis tocando la silla, mirada al frente y cerrando los ojos para respirar y exhalar 7 veces, incienso de mirra para acondicionar mi cuarto y una vela roja, me dispuse a imaginarme en un desierto, sintiendo la arena en mis pies, y un sol que solo iluminaba, es decir, sin lastimar ni sentir el calor, imagine estructuras antiguas y toda la cosa, e imagine como se presentaba delante de mi, como me observaba con curiosidad e intriga, y yo respondí mirándolo con aceptación y dulzura, mi mano derecha toco su cabeza, bajo hasta su hombro, su brazo, hasta que llegamos al punto de estar tomados de la mano, todo ese proceso fue como si fuese de carne y hueso, realmente sentía su piel, su musculatura, sus manos y sus dedos con garras, fue una experiencia muy real y maravillosa, le solté y le pregunte en que consistía su camino y cuales eran las reglas, luego imagine como me miraba con aceptación y decisión a responderme, y fue cuando termine con otras 7 respiraciones y exhalaciones. Me dispuse a dormir sabiendo que iba a tener una respuesta, una respuesta que explicare en la siguiente entrada.


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