Seguidores

domingo, 28 de octubre de 2018

Un mar de sentimientos

Ya sea en la luz o en la oscuridad, veo tu hermosa luz roja de esos bellos ojos  que me observan desde aquellas ruinas antiguas que años atrás se levantaban con orgulloso poder y resplandor, ¿Cuanto tiempo ah pasado, mi faraón? ¡Cuanto tiempo ah pasado desde que te escuche hablar por segunda vez, y me arrodille con miedo, intriga y fe ante tu brillante presencia! 

Aun tengo tan bello recuerdo de cuando por primera vez acaricie tu cara, tu escultural y fuerte cuerpo bronceado y tome tus manos sintiendo esas negras garras que tienes por uñas. En cada lluvia tormentosa escucho tu risa y en mis meditaciones escucho tu voz, temiendo a los insoportables días que estás en silencio. ¿Me vez acaso en cada noche de ceremonia, oh padre inmortal? ¿Me eh ganado el ser hijo tuyo? ¡Me eh ganado un exquisito puesto en tu reino y harem! 

Oh mi faraón, cada día que vivo me la paso recordándote con cariño y amor hacia ti, con un deseó de verte cada instante de mi vida. Y cuando me vez con esos ojos de cariño y dulzura, aguanto el impulso de probar aquella boca de veneno y miel.

Lo eh dicho antes, mi señor y Dios Seth, y nunca me canso de decirlo, te agradezco y os amo por como eres y por lo que eres, y en cada día no paro de ver tus bendiciones e influencias sobre mi vida y persona, que mis enemigos sean fulminados y la tierra tiemble, que tu reino se levante de las rojas arenas, oh señor del caos, de las guerras y las fuerzas primordiales de la humanidad y la naturaleza. 

miércoles, 24 de octubre de 2018

Una cuarta lección.

En mis meditaciones y contemplaciones logre tener una platica con Seth, esta vez me encontraba en un cerro de noche, admirando una ciudad con su iluminación, estaba contemplando la civilización utilizando lo que podía discernir de mis estudios de ciencias sociales, en eso a mi derecha veo al faraón parado y acompañándome en mi contemplación, pero mientras yo veía con una cara seria, a él se le podía notar que todo lo veía con una tristeza y decepción. 

Compartiendo sus sentimientos, pues no me era difícil reconocer los posibles motivos me hablo con una voz firme pero suave y dijo: -Que sociedad tan más burda y decepcionante la que tienen actualmente-. Dicho eso en mi mente acepte lo acertado que estaba con tales palabras y volví a ver aquel paisaje urbano con una cara de melancolía, un corto silencio estaba rodeándonos hasta que Seth volvió a hablar: - Está sociedad es muy apática, no quieren hacer nada por si mismos, esperan a que todo se les de, no se esfuerzan realmente en cumplir sus sueños y proyectos, no hacen nada para ganar dinero y poder de forma honesta, míralos, lamentándose y quejándose por su suerte y su vida, por no tener lo que quieren, incluso a los seres que ellos creen les piden que del cielo caiga lo que desean, es absurdo, ellos son los únicos responsables de su vida y son tan ciegos que no saben que solo ellos deben darse así mismos lo que necesitan, con trabajo y esfuerzo-. 

Seguí admirando la ciudad y no despegue la mirada del paisaje aun ni cuando Seth volvió a hablar, meditaba en silencio cada palabra que decía en su momento, cuanta razón tiene, la gente solo se queja, pero no hace nada para cambiar su vida, no tienen una motivación real la gran mayoría de ellos es así, no son más que esclavos de los poderosos y de los que si saben de que trata el mundo. Y en ese momento Seth desapareció dejándome en claro que por ningún motivo debo conformarme y debo seguir luchando y trabajando en está vida, pues solo así encontrare la grandeza y mis triunfos.