Seguidores

sábado, 27 de julio de 2019

Tuve una platica en sueños con un Demonio

El sueño empezó así... Me levante muy entrada la noche, y vi enfrente de mi cama una sombra negra la cual se le notaba un hermoso traje, aun lado mio se encontraba un hacha, la cual pensé utilizar para atacar al Demonio, sin embargo como no notaba una señal de ser agresivo, me desapareció tal pensamiento, el Demonio dio una señal dando a entender que lo siguiera, y así fue y salimos a la calle, a pesar que era de noche, la gente se movía como si fuese de día, camine toda una calle, siempre detrás de él, al llegar a una esquina me pare en plena carretera y mire a un grupo de personas golpeando a otros dos, el grupo gritaba castigo y que los asesinen, los agredidos eran personas de gobierno que habían desviado dinero a sus cuentas bancarias. 

Detrás mio aparecio el Demonio diciéndome: - Mira a ese grupo, agrediendo  y pidiendo justicia por el delito que esos dos cometieron-. En eso su cara inexpresiva se volvió de odio y enfado y sus ojos se iluminaron de un rojo anaranjado, y así volvió a hablarme: - Me enfada está sociedad de hipócritas, no pueden clamar justicia, porque todos ellos han cometido crímenes-. Empezó a señalar a cada uno de la multitud y volvió a hablar: - Él abandono a su esposa e hijos por otra mujer, esa otra no paga impuestos, él asesino a otro para no pagar una deuda-. Así señalo a cada uno y empezó a decir todo lo infame que han hecho. Yo lo mire y le dije: - Entiendo tu odio y dolor, las personas se la viven culpando y juzgando a los demás, esas personas están condenadas peor de lo que ellos mismos condenan. Peor aun, ellos culpan a los tuyos por todos sus males y problemas, y no aceptan que el origen de todo mal son ellos mismos, ellos son los que han corrompido su propia sociedad, ellos son los monstruos de sus propios pecados-. 

El Demonio me miro y furioso me hablo: - Nosotros no somos la raíz de su mal y se empeñan en creer que si, eso nos da rabia, ellos creen que nosotros castigamos, pobres estúpidos, ellos se castigan solos-. Dándole la razón le dije: - Al final ellos tendrán lo que igualmente merecen, si tanto piden justicia, es evidente que la justicia les llegara a ellos, dando castigos y golpes-. Por último el Demonio dijo: - Él (refiriéndose a Dios) cree que todo mejorara y las personas se volverán sumisas, como el ganado que él quiere que sean, pero incluso él tiene un limite, y él sera el que lance el látigo destructor, no nosotros-. Yo por último dije: - Ustedes cuestionaron de nuestra creación, y tus hermanos que aun lo acompañan, también nos cuestionan, pero ellos callaron sus voces, ustedes siguen protestando, pero supongo que incluso él vera lo que tanto se le ah dicho-. -Tu eres especial-, dijo el demonio, -Yo ya no sé que tanto lo sea- Respondí. 


domingo, 14 de julio de 2019

Una historia que les quiero contar

Tuve un sueño, que si bien no tiene nada que ver con lo setiano, se los quiero compartir, por su índole sobre una sociedad ordenadamente enferma.

Últimamente muchos de mis sueños parecen criticas sociales, de hecho me gusta estudiar las ciencias sociales, para no ser de esas personas perdidas que se tragan cualquier estupidez social y así no ser controlado a voluntad de otros, por muy bonito que brille.

El sueño empieza así: Me encontraba en un evento cívico de honores a la bandera, la cual parecía más un evento religioso Católico (lo que dejaba en claro que era una mezcla de Religión/Estado), ahí yo me encontraba uniformado portando medallas en mi traje (Evidentemente era parte del cuerpo de seguridad y orden que solo servía a la Iglesia) me encontraba en firmes observando 3 aspectos, que los honores a la bandera se realizara de forma correcta y solemne, que nadie del público intentara un atentado o causara desorden de ningún tipo, aparte de observar que los sacerdotes hicieran lo que se tenia que hacer con respeto y devoción, pero en este último no les prestaba mucha atención, ya que al ser ellos los sacerdotes, era evidente que tenían que hacer las cosas de forma y modo, todo el evento fue hecho con orden, los ciudadanos se comportaron cuidando que nada interrumpiera de ninguna forma el evento cívico y las alabanzas a Dios, el evento dejo claro que el País le pertenecía a Cristo, y era él junto con Dios el que hacían que nuestra patria fuera grande y bendecida, junto a los ciudadanos.

Una vez terminado, me dispuse a recorrer las calles y vigilar que todos respetaran las leyes establecidas por la Iglesia, la cual la ciudad estaba en completo orden y decencia, ya que la gente al caminar lo hacia con una notable sonrisa y felicidad, incluso no tenían miedo de presumir sus joyas, sus carros costosos, sus ropas, nada, podían pasear totalmente con toda tranquilidad, en mi caminar poco a poco me daba cuenta que realmente no existía amenaza, en otras palabras, la criminalidad era inexistente. Todo esto tenia un evidente motivo, y es que cuando se arresto a alguien al encontrarse teniendo relaciones sexuales con una persona de su mismo sexo, el arresto fue rápido y represivo, y a los individuos jamás se les llevo a ninguna jefatura, ni se les llamo a ningún abogado, mucho menos se les notifico a la familia, los arrestamos e inmediatamente los llevamos presos, sin ningún tipo de juicio, fueron llevados a un embarcadero, donde esposados fueron metidos y encerrados en un barco que los llevaba a una isla fuera de la ciudad, donde eran encerrados con otros criminales, ahí, cada persona podía hacer lo que quisieran con toda impunidad, mientras no intenten escapar. Una vez el preso entrara en esa cárcel, todo le era permitido, mientras se mantuviera encerrado, existían guardias vigilando la cárcel, la isla y la costa a todas horas, pero no cuidaban ni controlaban lo que ahí pasara, si alguien mataba a alguien o violaba a alguien o se peleaba con alguien, no existía justicia que lo castigara. Cuando fui con todo el escuadrón a encerrar a los prisioneros que habíamos atrapado, me dí cuenta que en una celda dos hombres tenían relaciones sexuales con otros, y ningún guardia se preocupo por eso. Para ellos, si los prisioneros se mataban entre ellos, les era beneficioso, ya que el que entraba a la cárcel, fuese por lo que fuese, jamás saldría, el castigo era de por vida. Si robabas la cartera de alguien, o mataste a alguien o cuestionabas y/o hacías un movimiento anti patriótico o anti religioso, el castigo era cadena perpetua, por mínimo que fuese el delito, y una vez dentro, ya no valías nada.  

Una vez pasado esto, me encontraba mirando la televisión y me di cuenta que las noticias jamás comentaron de los arrestos hechos por la justicia, no comentaban ni mostraban noticieros de que actos criminales habían pasado, ni a quien arrestaron por tal motivo, para la sociedad los criminales y el acto criminal era inexistente. En su lugar los noticieros hablaban del clima, de eventos cívicos y religiosos, de eventos culturales, de fiestas, de lo hermoso y maravilloso que era vivir en un estado Eclesiástico, pero todo lo que fuera en contra de la ley, fuese quien fuese, era censurado. Para la sociedad, no existía ni una huella de que alguien para bien o para mal se había revelado contra la constitución, para ellos el hecho de que existía el crimen les era inexistente, no existían protestas de inconformes, no existía agravio alguno, ya que una persona que era arrestada era olvidada, nunca volvería a existir en la comunidad, y por el bien de los conocidos y familiares, nunca existió. 

Por un momento todo parecía que agarraba el contexto de la Teoría de la ventana rota, la Iglesia determino que si alguien alterara el orden o cometiera cualquier tipo de crimen, la persona tenia que ser detenida, con toda la represión posible y encarcelarlo inmediatamente sin ningún tipo de derecho y garantía, ningún delito por mínimo que fuese era tolerado, ya que si se perdonaba el delito y la sociedad se diera cuenta de ello, las personas serian por su propio criterio individuos propensos a cometer faltas a la ley, y así mismo lo haría otra persona creando un efecto domino y todo se empezaría a desmoronarse, y para evitar que pasase, los derechos humanos y el libre albedrío eran impensables. Las personas eran esclavos en pos del orden.  

El sueño, por más bonito que parecía, era una terrible pesadilla.